Desde el Colectivo de Estudiantes Progresistas de Aragón (CEPA) denunciamos un año más el cierre de la universidad desde el 30 de diciembre hasta el 7 de enero, cierre que tiene unas consecuencias nefastas para los estudiantes, que en pleno periodo de exámenes se ven sin un espacio en el que poder preparar los exámenes del mes de Enero.
Este cierre forma parte del Plan de Racionalización de la Gestión Económica de la Universidad de Zaragoza, bajo el que se esconden la mayor parte de los recortes que está llevando a cabo nuestra universidad y que este caso se plasma en el hecho de que la Universidad permanece cerrada, salvo las salas de estudio habilitadas, durante los primeros días del mes de Enero, lo que se traduce en un deterioro de los servicios prestados por la universidad.
Esta política produce año tras año una situación de escasez de lugares de estudio, que tiene como consecuencia imágenes de colas desde primeras horas de la mañana en las pocas salas de estudio abiertas, así como el hecho de que haya muchos estudiantes que afrontan sus evaluaciones sin haberlas podido prepararlas en un espacio adecuado. Este año durante este periodo solo se habilita el pabellón de Filología y una sala en la Facultad de Económicas, concedida este año por la Universidad, tras las protestas de los estudiantes en años anteriores.
Como ya hemos hecho en años anteriores, desde CEPA abrimos las instalaciones de la Casa del Estudiantes, con el fin de demostrar que si la universidad no facilita los espacios adecuados a los estudiantes, somos los estudiantes los que nos organizamos para poder ejercer nuestros derechos y nuestros deberes como estudiantes; así como mostrar que seguiremos reivindicando que los recortes no pueden recaer sobre los estudiantes, pues si no somos nosotros los causantes de la crisis no podemos ser los que la paguen.