jueves, 17 de noviembre de 2011

#SiNosSiguenRecortando

Un año después de la definitiva implantación del Plan Bolonia en el Estado Español, desde CEPA (Colectivo de Estudiantes Progresistas de Aragón) hacemos balance de lo que esto ha supuesto para la educación pública en general, y para la Universidad de Zaragoza en particular. Constatamos lo que analizamos en su momento, y es que, en este momento de crisis del capitalismo, la ola privatizadora no va a dejar pasar un sector tan “rentable” como es la educación. Bolonia no acaba en 2010, sino que ahora nos encontramos ante la segunda fase del proyecto de privatización de la universidad a nivel europeo: Estrategia Universidad 2015 (EU2015). Están creando una universidad para las elites, un retroceso histórico en un derecho fundamental como es la educación.

Por un lado vemos un aumento de tasas generalizado, contratos de prácticas no remuneradas, becas-préstamo que devolver al finalizar la carrera, asistencia a clases presenciales obligatoria… Todo esto favorece la imposibilidad de acceso a la universidad para aquellos que no puedan pagar la matrícula en una situación de crisis en la que muchas y muchos tenemos que trabajar para estudiar. Por si fuera poco, la introducción de intereses de grandes empresas como el Banco Santander (gestor del carné universitario), los cambios en la gobernanza, la competición por conseguir el Campus de Excelencia Internacional o la visión de la universidad como un mero centro de I+D al servicio del gran capital dan como resultado la potenciación de las titulaciones rentables, dejando de lado las carreras que no producen resultados tangibles. Esto se plasma visiblemente en el estado de la Facultad de Filosofía y Letras, por poner el ejemplo más sangrante. A ello hay que unirle los recortes en personal docente e investigador, así como administrativo, que se enmarcan también en el cuadro general de crisis capitalista.

Desde CEPA advertimos que esto solo es el primer paso: las medidas que aún no se han aplicado se llevarán a la práctica, y las que ya podemos ver en el día a día se intensificarán. La única manera de responder a estos ataques es la organización del estudiantado y la unión del sector educativo. Por todo ello, y por lo que se nos viene encima de aquí a 2015, se ha convocado una jornada de lucha a nivel estatal hoy, 17 de noviembre, en la que se realizarán movilizaciones y actividades para defender la educación pública. Porque si no somos nosotros y nosotras, estudiantes, profesorado, personal de administración… ¿quién la va a defender?

¡La educación no se vende, se defiende!