viernes, 16 de diciembre de 2016

LA INSUFICIENTE OFERTA DE BIBLIOTECAS DE UNIZAR CONSTATA QUE EL RECTORADO INCUMPLE LO QUE PROMETE.

En los próximos días se hará pública la disponibilidad de las salas de estudio de la Universidad de Zaragoza para el periodo de exámenes de enero de 2017. Si tuviéramos que resumirlo en pocas palabras, acabaríamos diciendo que es "más de lo mismo".

Recordamos que, tras el encierro promovido por el movimiento estudiantil el pasado mes de mayo, la vicerrectora de estudiantes se comprometió a abrir un periodo de negociaciones con el objetivo de reducir o incluso eliminar los días de cierre energético (2-8 enero) y abrir la biblioteca María Moliner los sábados. Tras constatar que no hemos sido llamados a ninguna reunión al respecto, ni se ha cumplido ninguno de los objetivos (siendo la oferta prácticamente igual a la de otros años) podemos afirmar que no se ha cumplido ninguno de los acuerdos y lo que es peor, nuestra impresión es que no había ninguna voluntad de hacerlo.

Esta propuesta está lejos de solventar las necesidades de las estudiantes, que vemos cómo en días tan importantes para prepararse los exámenes como los que van del 2 al 8 de enero las facultades y bibliotecas seguirán estando cerradas; condenándonos a que se repitan una vez más las, ya habituales, imágenes del hacinamiento de estudiantes en pabellones como Filología. Solo esperamos que, por lo menos, no se caiga nada del techo.

Ha quedado claramente demostrado que este tipo de situaciones son impropias de una universidad pública que pueda decirse de Calidad, ya que la oferta de plazas de plazas de estudio apenas cubre un 15% de las necesidades. Siendo mucho menor esta cifra en los campus de Teruel y Huesca.

Desde CEPA seguimos firmemente convencidos de que las estudiantes tenemos el deber y el derecho de estudiar y que, para ello, necesitamos unos espacios dignos en los que preparar nuestros exámenes. Estamos cansados de que el rectorado, manteniendo la política de recortes que aplicó hace ya 5 años diciendo que era temporal, siga afirmando velar por los estudiantes y haciendo todo lo contrario. Mientras se nos afirma que los recortes ya no son una realidad, vemos como sus consecuencias siguen repercutiendo en las estudiantes.

Que no quepa ninguna duda que seguiremos luchando por mejorar el servicio de bibliotecas, tanto en la propuesta, como siempre hemos hecho, como preparando actos y campañas. Siempre seguiremos en la trinchera de la defensa de la educación pública y de calidad tanto de palabra como de actos. Una coherencia de la que este rectorado no puede hacer alarde.