La perpetuación del sistema heteropatriarcal está intrínseca en esta retrógrada iniciativa, ya que en estas clases se enseñan todas las tareas del hogar que suelen desempeñar las mujeres sin retribución alguna ni derechos laborales. Que el trabajo reproductivo siga siendo algo precario, y en la mayoría de las ocasiones invisibilizado, conviene al sistema económico, pues le sale gratis y es el eje principal para que el sistema productivo lleve su curso. La alianza criminal del patriarcado y el capital, sólo busca sacar el mayor beneficio posible de las clases populares, y las mujeres somos doblemente explotadas, en casa y en el curro.
Además sólo se vela por el desarrollo de cumplir dichas tareas y en ningún momento del desarrollo personal de las alumnas que cursen este ciclo de formación profesional.
Desde nuestro colectivo reclamamos una educación que propugne el reparto equitativo de todo el trabajo de cuidados entre todas las personas sin que pese su identidad de género, y no la perpetuación de los roles de género en las aulas, que tanto nos oprimen.
Las estudiantes debemos tener una cosa muy clara:
MUJER QUE SE ORGANIZA, NO PLANCHA TUS CAMISAS!
AULAS LIBRES DE MACHISMO!
