viernes, 16 de diciembre de 2011

Intervención acerca del estado de Filosofía y letras


Javier Royo. Delegado de la Facultad de Filosofía y Letras
Señor Rector, Miembros del Claustro:

Soy Javier Royo, estudiante de Historia, presidente de la Delegación de Filosofía y Letras y miembro del Colectivo de Estudiantes Progresistas de Aragón. Como viene siendo costumbre en esta cita denunciamos el penoso estado de nuestra facultad, una deuda histórica del rectorado y de la sociedad. 

La situación no ha mejorado desde el año pasado, señor Rector. Es más, en este curso (como ya conocemos todos) se cayó una parte del techo en un aula renovada durante este verano. ¿La causa? Una irresponsable gestión durante años. Pero ahí no queda la cosa: también se han desprendido baldosas de las paredes, y aun siendo esto males menores es inaceptable que se siga inundando el sótano donde peligran importantes piezas prehistóricas o que nuestra facultad, pasada la primera década del siglo XXI, no esté adaptada para los minusválidos, quienes no pueden acceder a ciertas aulas o a los despachos.

La “monserga” de siempre dirá usted, pero #SiNosSiguenRecortando no nos podemos quedar callados ante la situación actual y el poco halagüeño futuro. Mi facultad es el reflejo de la escasa inversión, desde hace mucho tiempo, en la Universidad. La limitada información que tenemos de los nuevos presupuestos no es mejor ya que se recorta en educación casi un 2%, así no avanzamos en el proyecto de Universidad Pública, ni tan siquiera mejoramos la vigente. Y no solo es culpa del gobierno, como muchas veces insisten en justificar, porque los presupuestos para este año por parte de la Universidad se ven mermados en un punto para nosotros básico, las infraestructuras. No podemos entender tampoco cómo estos presupuestos son apoyados por otros colectivos, los mismos que luego dicen defender a la universidad, y lo único que consiguen son posturas sumisas que no benefician a los estudiantes.

La universidad sin dinero no funciona, es necesaria la inversión para seguir avanzando en formación y en calidad. No creemos tampoco que recortar en masters, que son la especialización de los profesionales, sea beneficioso para alcanzar un grado de excelencia como nos quieren vender. Me parece  que huelga decirles el valor de la universidad para la sociedad o ¿acaso hay que recordare señor Rector su escritos acerca de la rentabilidad de la Universidad?

Esperamos de verdad que el equipo rectoral muestre su voluntad política para construir una facultad ejemplar, que sea funcional y cubra las necesidades de los estudiantes, quedando así plasmada una buena obra. Pero también le recuerdo nuestro deber, pelear por esa reforma integral y que se acaben los parches chapuzas. Para ello nos vera manifestándonos en nuestra facultad, en el rectorado y en el Gobierno de Aragón, pues quiero mostrarle que nuestra lucha no es una pelea personal contra usted, sino una llamada para arrimar el hombro y presionar al gobierno, que es quien debe aumentar la financiación a la Universidad.

Para concluir vuelvo a recordarle que tiene una reforma pendiente, una deuda con las Letras y si de verdad espera que su universidad sea excelente hay que apostar por una universidad pública, laica y de calidad.